domingo, 15 de mayo de 2011

Cursa del dimoni de Badalona 2011

Tras la frustante inactividad de más de un mes debida a mi fractura de muñeca, me decidí a volver a correr en la tradicional cursa del dimoni de Badalona. Todavía tenía mi brazo derecho envuelto en una cédula rígida para no mover la muñeca, pero necesitaba volver a la acción porqué llevaba demasiado tiempo tumbado en el sofá.

El día antes de la cursa se comunicó que la participación de este año había batido todos los récords y participarían más de 3000 corredores, lo que garantizaba un gran ambiente y una participación mayoritariamente popular apoyada por el hecho de que la inscripción fuese gratuita.

En principio me iban a acompañar mis cuñados (Marco y Jovacho), pero finalmente este último se arrepintió y no vino. El día anterior había estado lloviendo con bastante fuerza por la noche, lo que me hizo temer que la carrera fuese sobre mojado y desluciese mucho tanto la participación como el ambiente. Pero no fue así, y amaneció un día radiante.

La salida se iniciaba en el paseo marítimo de Badalona, un lugar bastante amplio para un comienzo sin demasiados problemas, aunque mezclar la prueba general con la infantil fue un problema ya que hacía el peligro de caidas más alto. Yo salí con bastantes reservas, porqué no podía permitirme golpes en la muñeca y muchos menos una caída, así que cubrí el primer kilómetro en un discreto 5:30 que preveía un tiempo no demasiado bueno, aunque después de tanto tiempo parado mi objetivo principal era acabar dignamente. A estas alturas, Marco y yo ibamos juntos, pero en kilómetro y poco siguientes se me fue escapando poco a poco en un largo tramo llano, aunque había conseguido subir bastante el ritmo a 4:45/km.

Tras el tramo llano llegamos a una pronunciada subida de unos 200 metros seguida por una bajada bastante similar, al acabar ese tramo (sobre el km4) volví a contactar con Marco. Y a partir de ahí se repitió la historia, aunque mantenía un buen ritmo de 4:45/km, Marco se volvió a marchar en un largo recorrido llano que nos llevó hasta el km7.

En este punto la prueba ascendía por un puente que hacía una curva de 270º que nunca había visto, al acabar la subida ya todo era una larga recta de más de 2kms a meta. Todavía tenía fuerzas y decidí aumentar la velocidad a ver hasta donde aguantaba.

Al llegar al km9 el crono marcaba 43:40, con lo que si conseguía un último kilómetro rápido podía hacer un buen crono teniendo en cuenta el primer kilómetro, el trazado y mi forma. Así que apreté los dientes, subí el ritmo a 4:20/km y tiré con todas mis fuerzas... Cuando faltan unos 400 metros para meta contacté con Marco y le animé a hacer el último esfuerzo, subió el ritmo y siguió detrás mio. Aguanté hasta el final a 4:15/km, entrando en el paseo marítimo pude saludar a mis padres, Ester y Kira que habían venido a ver la cursa y llegué a meta con la sensación de haber conseguido un resultado mucho mejor del esperado. Misión cumplida!

Aquí aparecemos Marco y yo en la recta final del paseo marítimo, dándolo todo en los últimos metros.



Resultado final: Tiempo 48:11; Posición general 422 (177 categoría M7)