domingo, 27 de abril de 2014

Mi debut como triatleta, Blanes 2014

Durante toda la semana me pregunté por qué me había precipitado en apuntarme. Apenas había hecho un par de salidas de 20kms con la bici en los últimos años y mi técnica de natación está muy verde en piscina y mucho más con el neopreno en aguas abiertas. Pero ya no había marcha atrás, era la hora de estrenarse en mi nuevo reto,  primera triatlón, la sprint de Blanes.

El día de antes de la prueba, nervioso por la novedad, me puse a preparar todos los bártulos necesarios: bicicleta, portabicis en el coche, casco, gafas, zapatillas para el pedal automático, zapatillas para correr, bañador, camiseta, neopreno, gafas de natación, cinta de velcro para llevar el chip en el tobillo, chip amarillo, garmin y portadorsal.
El gorro de natación me lo darían al recoger el dorsal, pero cogí uno también porqué en la mochila me sobraba una esquinita.

Sin duda, parte del estrés de un triatlón consiste en no dejarte nada en casa... La otra gran parte se sufre cuando llegas al lugar, dos horas antes del inicio, y has de seguir todo el protocolo para dejar todo el material en la zona de transición. Todo esto hizo que cuando realmente íbamos a comenzar a competir, tuviese la impresión de que ya estaba todo hecho y los nervios hubiesen desaparecido.

Ester y Óscar se habían pegado también el madrugón para acompañarme en mi debut, animarme y disfrutar de una mañana de playa. Una vez en Blanes, nos encontramos con mi equipo Vigía, que me ayudaron con todas mis dudas de novato y con Fran que debutaba también en esta historia.

Una hora antes de comenzar, nos sentamos en la playa para ver parte de la prueba de los participantes de la primera ola, después nos cambiamos, nos embutimos en los neoprenos y a probar el agua: Que fría!
Pero eso no sería un problema. Salimos y nos dirigimos al arco de salida. Últimas fotos, nos deseamos suerte y cada uno se ubica en las posiciones del pelotón en función de sus expectativas, yo al final de todo junto con un grupo en que nos mirábamos como diciendo 'es que yo lo de nadar...'.

Tras una corta espera que aproveché para saludar a Ester y Óscar en la arena, sonó la bocina que indicaba la salida. Todos como locos al agua a excepción del grupo de novatos que nos miramos como diciendo 'tú primero'. No tenía ninguna intención de pelearme por un trozo de agua, así que esperé hasta que la cosa se calmó y me lancé. El principio de la natación se me hizo muy incómodo, no nadaba fluido y solo veía a otros nadadores adelantándome por todos lados. Me costó bastante llegar a la primera boya que era la hipotenusa del triángulo que dibujaba el recorrido. Al acercarme a la boya describí un buen arco para evitar chocar con nadie. El siguiente tramo hasta la segunda boya fue cada vez un poquito mejor, tenía más espacio y pude centrarme en corregir mi horrorosa técnica. Al girar en la boya, solo quedaba volver a la orilla, coincidí con un nadador en paralelo y mezclando el espíritu de competición y las buenas sensaciones que tenía, conseguí mantenerle el ritmo y llegar a la orilla por delante. En cuanto toqué la arena con el brazo, brinqué del agua y ya estaba corriendo por la arena mientras saludaba a Ester y me quitaba el neopreno. Fue una gran sorpresa ver lo bien que salí del agua, sin marearme!

Llegué a mi primera transición concentrado en no caer al quitarme el neopreno, prueba superada... aunque el resto de la transición no fue tan memorable: me pongo el casco, las gafas... no! me falta la camiseta! casco fuera, gafas al suelo... calma! camiseta, mierda! no me baja! no baja! no baja! bueno, me pongo el casco, gafas, calcetines, zapatillas y la camiseta como una torera! Después de un largo minuto intentándolo y dando la nota, me rindo y se lo pido a un chico de la organización que se me queda mirando con cara de flipado, pero me ayuda: listo para la bici!

Las tres vueltas del recorrido en bici fueron bastante divertidas, mucho sube y baja, rotondas y cruzándome constantemente con Vigías, Menudos cracks, volaban! La única lástima es que no pude unirme a ningún pelotón para recuperar fuerzas y conseguir ir algo más rápido. Para acabar de arreglarlo, la bicicleta tampoco respondió demasiado bien y tuve algunos problemillas técnicos, pero de todas formas me encantaron las sensaciones.
Al dejar los trastos de ciclismo y calzarme las zapatillas de Running ya solo quedaba el último esfuerzo y además el más sencillo para mí'. Disfruté de los 5k saludando a vigías y familia cada vez que me cruzaba con ellos, pero corriendo a muy bien ritmo y adelantando posiciones... Me sentía genial! En el último kilómetro tenía fuerzas infinitas para haber hecho un tiempazo, pero un amago de rampa en los ísquios me hizo pensármelo mejor. Para acabar de ponerle la guinda al pastel, al entrar en meta me encontré con el aplauso y felicitación de todo mi equipo, de Fran y como no de mis incondicionales Ester y Óscar.

Al final el 404 de la general con 17’17” en natación, 49’32” en ciclismo + transiciones y 21’41” en running para un total de 1h28’30” que no tengo que mejoraré y mucho en las próximas pruebas.





En conclusión, muy contento con la nueva experiencia en todos los sentidos pero ansioso por mejorar en cada uno de los segmentos cada día. La segunda triatlón ya tiene fecha: 1 de Junio, Mataró. Cuánto seré capaz de mejorar en 1 mes? A entrenar!